En el sector del lujo no es oro todo lo que reluce y en más de una ocasión algunas marcas han metido la pata con su comunicación.
Seguro que recordáis el famoso caso de Loewe. Hace un año la firma Española realizó un intento de
humanización de la marca con el objetivo de ampliar su target y dirigirse a un
público joven. Esta acción por parte de la firma española no cuajó como se
esperaba siendo motivo de burlas, especialmente en Twitter, donde los usuarios
parafraseaban extractos de la pieza publicitaria.
Otros casos de poco éxito son los que hicieron en su día marcas como
Emporio Armani , asociándose a personajes públicos como Megan Fox o Cristiano
Ronaldo...
...Dolce & Gabanna con su publicidad machista o Versace en su intento
de hacer llegar sus productos a un público más jóvene con su colaboración con
H&M o su línea Versace Jeans.
En resumen, todos estos casos han sido causados por un intento de
abarcar un público bastante alejado del target principal de las marcas de lujo
logrando que poco a poco vayan desapareciendo las bases sobre las que se
asienta el lujo como son la exclusividad, la cual que asocia a unos valores que
han sido cuidados durante años.
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